Nuestra hora (publicado originalmente en el primer boletín, de julio de 2008)

Lo llamemos como lo llamemos, la crisis, la desaceleración, la recesión y, en todo caso, las dificultades para empleadores y para empleados están a la vuelta de la esquina. Y amenazan con ser muy serias y quizá duraderas. Nuestro sector, el de las Tecnologías de la Información, ha sido al empleo lo que las viviendas al sector de las inmobiliarias: el bien más preciado, más buscado, más escaso y por tanto, más sobrevalorado, de todo el panorama laboral. Ha sido una oportunidad constante para cualquiera que quisiera acceder a un trabajo por esta puerta, aún con escasa experiencia acreditable, con pocos años de experiencia y con formación académica, a menudo superior, pero poco práctica en relación con las exigencias del mercado. Y sin embargo ha sido muy fácil acceder a él. La economía sin embargo, es una rueda en la que todos los radios están relacionados. Es la cordada de una escalada: “Si tu caes, caemos todos” decía un actor en una película popular. ¿Deberíamos asustarnos, entonces? Llevo 25 años en esta profesión, he vivido varias crisis anteriores — algunas muy serias, como la del 92 — y si algo he aprendido de ellas es que toda crisis conlleva una oportunidad para los mejores, para los más preparados, para los más hábiles, para los que saben anticipar su futuro. El empleo sufrirá después del verano — también en IT— y ya no será tan fácil cambiar de trabajo o apostar por proyectos únicamente económicos. Pero las cosas se han de seguir haciendo, los sistemas han de seguir funcionando, las empresas seguirán dependiendo de que sus infraestructuras tecnológicas sigan siendo operativas. Esto no lo cambia una crisis. ¿Quién se ocupará entonces de que la rueda siga funcionando? La respuesta es clara: Nosotros y los que, como nosotros, apostemos por proyectos profesionales orientados a cliente, orientados a servicio y orientados a solución. Aquellos que entendamos que empresas como la nuestra, serán las que prestarán esos servicios desde fuera de los clientes finales. Aquellos que entendamos que ha llegado la hora de externalizar servicios para que cada uno se ocupe de hacer lo que hace bien. Y en esto la tecnología es cosa nuestra, de los profesionales del sector. La luz, el agua y el teléfono la suministran las empresas especializadas de cada sector ¿verdad?. Pues la tecnología y aún más la asistencia tecnológica, también será cada vez más, suministrada por empresas que, como KPS, seamos especialistas en soportar competencias, en tener determinadas habilidades tecnológicas y en poseer la mayor acreditación profesional. Esta es la “Klave”: Que seamos los mejores. Por eso ha llegado la hora de pensar en preparar nuestro futuro - otra vez más si es necesario - a base de formación y desde un buen proyecto profesional. Lejos de prescindir del gasto de formarse, hay que interpretarlo como una inversión de futuro. Sí, ahora, precisamente en tiempos difíciles, donde la selección natural elegirá a los mejores... Y hay que elegir, para trabajar, una empresa que entienda la relación laboral como un viaje de largo recorrido, como un proyecto donde desarrollarse profesionalmente de acuerdo al mercado y a la experiencia acumulada, como un lugar donde aprender y donde enseñar cada uno, lo mejor de nosotros mismos. Y donde la formación sea también una constante, una necesidad y hasta una obligación Y hay que elegir para formarse, una compañía que tenga visión y proyección de negocio, prestigio acreditado y capacidad demostrada. Y es que ahora se trata de una cuestión de talento; ahora se trata de cómo gestionar el talento. Ha llegado la hora de KPS y de Megatrainig. Nuestra empresa